En nuestro día a día usamos inteligencia artificial sin darnos cuenta. Por ejemplo, cuando le hablo a mi celular y le pido que ponga una alarma, que me diga el clima o que envíe un mensaje, estoy usando un asistente de voz que funciona gracias a la IA.
También cuando entro a YouTube, Spotify o Netflix y me recomienda justo lo que me gusta, eso no es casualidad… es la inteligencia artificial que aprende de lo que suelo ver o escuchar.
Otro ejemplo súper común son los filtros que usamos en redes sociales como Instagram o TikTok. La IA detecta nuestro rostro y aplica efectos, mejora la imagen o cambia el fondo en segundos.
Hasta cuando escribo un mensaje y el celular me sugiere palabras o me corrige automáticamente, ahí también hay inteligencia artificial ayudando en segundo plano.
La verdad es que la IA ya está en muchos momentos de nuestra rutina, incluso en las cosas más simples.